martes, 26 de noviembre de 2013

Decidir en tiempos excepcionales


Decidir en tiempos excepcionales 

 

Cuán loable  es un príncipe mantener  la palabra dada y comportarse   con integridad  y no con astucia , todo el mundo lo sabe. Sin embargo, la experiencia muestra en nuestro tiempo  que quienes han hecho grandes cosas han sido  los príncipes que han tenido pocos miramiento hacia sus propias promesas y que han sabido burlar la astucia el ingenio  de los  hombres. Al final  han superado  a quienes  se han fundado  en la lealtad” (Maquiavelo, 1997: cap. XVIII). Propongo  un breve  recorrido por un andarivel  de la teoría políticas moderna, desde Maquiavelo , cinco siglos antes  hasta nuestro días para abordar la problemático de la legitimidad estatal,  Y abordaré  como tema central  la cuestión  de la decisión política   de la constitución argumental  de El Príncipe  como línea de un proceso de formación o transformación  de un estado –nacional.   

El Príncipe nos habla  del inicio de Estado  moderno, desde el establecimiento de aquello que después de cuatro siglos lo hará Max Weber  como “una comunidad humana que reivindica con éxito   el monopolio del uso legitimo de la violencia física en un territorio   determinado”. En los diversos asuntos que nos describe Maquiavelo  vemos la convergencia, el resultado, de procesos   de secularización, centralización,  y despersonalización del poder político, de los fundamentos de su legitimidad.

En el origen de tales procesos de unificación política  existió un  Príncipe  que logró  concentrar recursos entre los otros príncipes, e imponer su autoridad y establecer su   esfera de dominio territorial,  administrativo,   y simbólico. Es decir su   naturaleza “soberano” y el principio  constitutivo  de la  “soberanía  estatal”.

Pero  El Príncipe nos habla también   de la crisis  del estado moderno;  del conflicto, entre el poder establecido, y las fuerzas sociales, económicas, políticas  que actúan  internamente o sobre éste. La constante vigencia  de Maquiavelo  y del Príncipe  radica  precisamente , entre otras cosas , en que se lo encuentra  en la entrada y  en las salida de la realidad estatal,  del fenómeno histórico  al que llamo  “ estado nación soberano”.

Nos detenemos allí; para reflejar  sobre lo que sucede con el poder y con la política  cuando se resquebrajan las investiduras formales  de las instancias de decisión, cuando entra crisis  la normalidad institucional. Así, nos   arroja las distintas encuesta del CIS que los tres problemas principales de la situación  española son el paro, los políticos y la falta de confianza de sus propias instituciones Tal es aquí se percibe  y se cuestiona  a la política  como mera gestión  o acumulación   de saberes técnicos y administrativo. Es entonces que se puede observa  que la lucha por el poder es la lucha por la decisión  política.

 En la crisis civilizatoria leer el Príncipe  tiene atracción   ¿por qué re leer a Maquiavelo?  -  porque entendemos que tiempo de crisis  son siempre   “tiempos de maquiavelistas”. Por eso frente a una crisis  del estado que se manifiesta no solamente en el desmantelamiento del estado de bienestar  sino una serie de se sustancia material  y simbólica, frente a procesos que ha comenzado  desde finales de los años setenta y se empezó a construir  en el mundo occidental la nueva practica social, económica y política, que iba cambiar la faz del planeta.

Esta gran transformación  operó el  renovado sentido común , creados en centros de pensamiento neoliberales , a los que se encargo la tarea de deslegitimar   los discursos  colectivos, de alentar aun mas el individualismo y se materializará con la crisis del petróleo de 1973 – 1979  dirigida  por Margaret Thatcher en Gran Bretaña, Ronald Reagan  y George Bush en Estados Unidos,  Helmut  Kohl  en Alemania , Juan Pablo II  en el Vaticano .

Hoy también, frente a una crisis del estado  como se manifiesta en nuestro día a día  no solamente como una crisis funcional sino una crisis profunda de deslegitimación del poder estatal aparece Maquiavelo revisitado.

 ¿ Qué tenemos hoy ante nuestros ojos?

 No sólo  el discurso de Fukuyama del fin de la historia, no solo la universalización de la economía de mercado y la hegemonía  del neoliberalismo en  Occidente y su crisis como respuesta, como asistieron en los años 90   en lo más variados contextos  nacionales del llamado  “ mundo emergente” . Acuciados  por la deuda externa, aplicación de la receta de los organismos internacionales (BM, FMI),   ajustes para la jerga económica,  pero se traduce a millones de personas   condenada al holocausto social. 

Los ejecutivos de Merkel, Rajoy  presen son arquetípicos de dicho modelo político .Estos dos ejecutivos entroncan con antecedentes arraigados en sus respectivas culturas y tradiciones, presentaran  características  comunes singulares  en el caso de Merkel  como el timonel omnipresente  de  su país y de la norte rica de Europa.

En efecto, se repetirá el mismo  esquema  en ambos casos:

a)      Legitimidad de origen  democrático  surgida en situaciones de derrumbe  o emergencia  y convertida en argumento, de salvataje primero,  y refundacional  luego, del sistema político  o del Estado.

b)      Modificación  y adaptación de la Constitución  acorde con la nueva  “ razón de Estado”

c)      Reforzamiento  de los poderes del Ejecutivo definición explicita  de “ doctrina de necesidad y urgencia”  y utilización   de los decretos como principal   expresión   de la decisión política

d)       Discursos y  políticas de gobierno que combinan  liberalismo económico y hegemonismo  político conservador en una confluencia que deja afuera el pluralismo político.

El concepto de decisionismo  aparece sobre terrenos culturales  e institucionales abonados históricamente  por la propensión al protagonismo, de caudillo o bajo líder carismático, pero también se presenta como fórmula  eficiente  de salvataje para las teorías modernas de los fundamentos  y orígenes de la soberanía estatal.

Tanto  en su dimensión  legal,  política ,  o ética  el decisionismo se define  a partir de una implacable  refutación de los argumentos  contractualitas sostenidas  por la tradición liberal. El decisionismo político  podría describirse  como su inversión simétrica. Puede derivar de una negación empirica del constitucionalismo  y en su cuestionamiento  a su concepción político, fundado  en el ideal racional, y la armonización  entre intereses  y valores conflictivos  a partir de arbitraje y principios de justicia, e igualdad consagrados y protegidos  por instituciones  y leyes.

 Esta contradicción  puede establecerse  en distintas  polaridades: en el plano jurídico   opondrá  la excepción  a la norma, la decisión personal   a la normatividad impersonal,  la competencia, en el plano político opondrá la soberanía del Estado  al poder difuso y disolvente   representado    por la sociedad; el Estado  asociado con la guerra,  y la política a la moralidad burguesa , la economía y la tecnología.

Por otra partes , las teoría políticas  “ decisionistas”  pueden distinguirse  por tres rasgos  básicos comunes: atribuyen  importancia central a la decisión en las cuestiones políticas, concibe la soberanía como el poder definitivo y tienen al  “ estado de excepción” ( o sea de emergencia)  como la manifestación más pura  y modelo operativo  propio  de ese poder definitvo ( Heller, 1989)  [1]. El propio concepto  de crisis  queda indisociablemente atado desde su misma  acepción etimológica, e al de la decisión politica,que es tanto más política  cuanto más excepcional sea.  A tal efecto,  para el decisionismo la crisis y la decisión política  se implican   y se precisan  mutuamente.

 Es preciso recordar  la elaboración teórica   de Carl Schmitt , autor contemporáneo del concepto  y teórico  mayor de la dictadura[2] se desenvuelve en un contexto histórico  signado por la crisis del liberalismo político en Europa de la primera posguerra producto de la incapacidad   para dar respuesta  institucionales a las transformaciones estructurales  derivadas  de la segunda revolución industrial ( 1870- 1914) . La crisis institucional y estatal de Alemania de la Republica de Weimar (1919- 1932) es epicentro de caldo de cultivo   que desembocaría  en el ascenso   del nacionalsocialismo.  Y del actual crisis  desde el 2008 y día hoy  con epicentro en los Estados Unidos e impactada gravemente en Europa en la zona de la Europa mediterránea.

La evocación  remite  nuevamente  al Maquiavelo   que escribe  El Príncipe, inspirado en las alternativas   del hundimiento  de la republica florentina  en sus luchas intestina, en  1512,  en una península   itálica convertida   en el escenario  ene l que las nuevas monarquías absolutas europeas dirimían    su hegemonía .En el capitulo IX  de los  Discursos apunta:

 “ Jamás o raramente ocurre  que alguna republica  o reino se veo ordenado  bien desde principio o reformado  de manera completamente  nueva al margen de las viejas instituciones a no ser,  que sea ordenado por una sola persona, antes bien,   es necesaria   que sea uno solo quien dé el modo y de cuya mente dependa cualquier ordenación  de ese tipo.  Por eso un ordenador prudente de una republica  y que tenga la intención  de querer ayudar no a sí mismo , sino al bien común,  no a su propia sucesión , sino a la patria común,  debe  ingeniársela  para apropiarse de toda la autoridad”(Maquiavelo) .

Aunque los paralelismo  entre periodo históricos vastos  suelen provocar   distoriciones   y forzamiento   en el análisis comparado habrá de notarse  una singular actualidad  de esta fundamentación del  poder político  concentrado hacia la actualidad.

a)      La definición del soberano  como   “quien decide  sobre el estado de excepción” y es representante del pueblo en su unidad,  por encima de los intereses parciales y la lucha de los partidos políticos.

b)      La idea de un orden jurídico reposa  sobre una  política  del Estado  y no sobre una norma  (la legitimidad  como decisión política y la legalidad como ordenamiento normativo  derivado  de aquella  decisión ).

c)       La noción  de que una Constitución no se apoya  en una norma  como fundamento de validez  sino una decisión política,  como fundamento de su  legitimidad.

Estos componentes  de decisionismo  pueden reconocerse desde Barroso; Merkel y Draghi, Rajoy etc.   Quedaron expresados  en momentos que fue reformada la Constitución Española , las distintas reformas laborales,  la aplicación del déficit desde Bruselas hacia los Estados pródigos del sur.  Por eso se expresa también  en un poder político fuertemente  concentrado,  que rinde prueba de eficiencia  entre los requerimientos del mercado y los de la integridad   social.

De este modo, podríamos decir   que el decisionismo   estalista de los años 20  y 30   deviene  gubernativo anti-estatista en desde 2008  desestatizante. Primero fue consecuencia  del fenómeno de la masa, la industrialización  sustitutiva,  búsqueda del pleno empleo,  guerras mundiales,   en cambio este nuevo decisionismo por contraste   , aparece  como  respuesta  al desafío  de la crisis  del empleo,   la estructuras de representación y los grandes relatos  colectivos,  y el predominio   de los paradigmas de la liberalización .

Finalmente,  este decisionismo   cumpliría  así como   una doble función : defender el núcleo   constitutivo  del orden político,  la decisión   soberana en tiempos excepcionales,  y garantizar   racionalidad  en el funcionamiento  de la sociedad  en la lógica del mercado abierto  y libre.



[1] Ver de  Carl Schmitt,  principalmente, el concepto de lo político, la dictadura y Legalidad  y legitimidad. Para una buena síntesis del pensamiento schmittiano, a fin  a Schmitt ver Cagni( 1995).
[2] “…. Soberano es quien decide sobre el estado de excepción  ..”  comienza escribiendo  Schmitt  en su Teología  Política en 1922 y agrega “…  la decisión sobre lo excepcional  es la decisión por antonomasia.” Ante en su libro sobre la Dictadura (1921, Schmitt sostiene “… que la soberanía, es decir,   el Estado mismo consiste (…) en determinar con carácter  definitivo  qué son el orden  y la seguridad pública cuando se han violado…” . De este modo todo orden descansa   en una decisión   , y también el concepto    del orden  jurídico…”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario